Cultura Otaku
La línea entre la realidad y lo virtual continúa desdibujándose a medida que avanza la tecnología, pero no sin consecuencias. Un hombre de 33 años, Kaiga Yokota, residente de Moriguchi, Osaka, fue arrestado el pasado 5 de diciembre por sospechas de fraude tras utilizar inteligencia artificial (IA) para crear un personaje ficticio tan realista que logró engañar a miles de personas en redes sociales.
Yokota diseñó a “Miru Nanase”, una mujer virtual con un perfil atractivo, y lanzó sus redes sociales en plataformas como Twitter. Desde ahí, ofrecía servicios de asesoramiento para mejorar la apariencia, la personalidad y las habilidades comunicativas, supuestamente ayudando a las personas a volverse más atractivas para el sexo opuesto. A través de publicaciones llamativas y promesas de transformación, el perfil acumuló aproximadamente 90,000 seguidores para junio de 2024.
El caso que llevó a la detención de Yokota involucra a un hombre de 35 años de Yamato-Takada, en la prefectura de Nara. Según la policía, entre abril y mayo de este año, el hombre realizó tres pagos a Yokota por un total de 1.25 millones de yenes (aproximadamente $8,500 USD). Los pagos se justificaron como honorarios por asesoramiento amoroso y como inversión para operaciones de forex-trading, servicios que nunca se entregaron según lo prometido.
Si bien Yokota no niega haber recibido el dinero, sí refuta las acusaciones de engaño. Argumenta que no hubo intención de defraudar, una declaración que complica el caso, ya que las autoridades deberán demostrar si el delito se basó en la falta de entrega de los servicios prometidos o en el uso engañoso de la identidad ficticia de Miru Nanase.
El caso destaca el creciente uso de herramientas como la inteligencia artificial y la realidad aumentada para crear personajes virtuales. Mientras muchas VTubers y creadores de contenido utilizan estas tecnologías para conectar con sus seguidores de manera legítima, algunos, como en el caso de Yokota, han encontrado formas de explotar la confianza de los usuarios.
La cuenta de Miru Nanase publicitaba transformaciones completas que abarcaban la apariencia, la personalidad y la comunicación. Sin embargo, la falta de respuestas a los comentarios y la ausencia de testimonios reales levantaron sospechas entre los seguidores, lo que finalmente llevó a la investigación.
La detención de Yokota es un recordatorio de que, aunque las redes sociales permiten nuevas formas de interacción, también conllevan riesgos. Como señaló un portavoz de la policía, “interacciones en línea pueden tener consecuencias reales”. El caso de Yokota sigue bajo investigación para determinar si hubo otras víctimas.
Mientras tanto, los expertos llaman a los usuarios a ser cautelosos y escépticos al interactuar con perfiles en internet, especialmente cuando hay transacciones económicas de por medio. El fenómeno de personajes virtuales plantea preguntas importantes sobre los límites éticos y legales en la creación de identidades digitales. ¿Dónde está la línea entre un avatar inocente y una herramienta para el fraude?
Fuente: The Mainichi Shimbun
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