Cultura Otaku
Una reciente declaración de la Asociación de Animaciones Japonesas (AJA) ha puesto en el centro de atención el controvertido modelo de pago fijo que algunas plataformas globales de streaming, incluyendo a Netflix, emplean para distribuir anime. De acuerdo con el informe de la AJA, que representa a más de 90 compañías de la industria, la práctica de no pagar regalías adicionales sin importar el éxito de la serie está afectando el potencial de ingresos de las obras y de quienes participan en su creación.
El informe, presentado a la Agencia para Asuntos Culturales del gobierno japonés, no menciona directamente a Netflix, pero sí a un “proveedor de distribución global” que paga únicamente tarifas fijas. Esta modalidad de pago, basada en tarifas planas sin regalías adicionales, se mantiene sin importar el éxito de la obra en la plataforma, una práctica que limita las ganancias de los titulares de derechos cuando el contenido se convierte en un éxito. Según la AJA, además, los pagos se realizan de forma fragmentada a lo largo del contrato, lo cual afecta a los creadores que dependen de un flujo de ingresos constante.
Netflix confirmó este modelo de pago en su reciente reporte de ganancias. Ted Sarandos, CEO de la compañía, comentó que el pago fijo favorece tanto a los creadores como a la plataforma, ya que asume todo el riesgo financiero, permitiendo a los productores centrarse únicamente en su obra. Sin embargo, este modelo ha sido criticado porque los altos costos de licencia que paga Netflix generalmente benefician a los comités de producción y no llegan directamente a los creadores o estudios subcontratados, quienes suelen trabajar en condiciones desfavorables.
La animadora Terumi Nishii, reconocida por su labor en títulos como “Jujutsu Kaisen 0”, señaló que, si bien las tarifas de licencia de Netflix son considerablemente más altas que las de otras empresas, estos pagos no benefician a los animadores o a los trabajadores de menor rango, sino que se quedan en manos de los inversionistas de los comités de producción. Esto refleja una preocupación recurrente en la industria del anime, donde los estudios y freelancers contratados suelen enfrentar sueldos bajos, plazos ajustados y poca estabilidad.
Para abordar estas críticas, Netflix aseguró en su informe que está adoptando medidas para mejorar la transparencia en la cadena de producción, exigiendo facturas detalladas en cada etapa del proceso para permitir una auditoría adecuada de costos y reducir los gastos adicionales. Asimismo, la plataforma afirmó que sus reportes de rendimiento —diarios, semanales y bianuales— proporcionan a los titulares de derechos una visión más completa sobre el impacto de sus obras.
En contraste, la AJA señaló que la falta de datos demográficos dificulta el marketing y limita la capacidad de los licenciatarios para negociar renovaciones de contrato. La asociación, que agrupa a compañías como Aniplex, TOHO, KADOKAWA y Toei, considera que el modelo de pago fijo limita el potencial de crecimiento de la industria del anime, al no proporcionar incentivos basados en el éxito.
Aunque la postura de Netflix enfatiza los beneficios de su modelo de pago fijo, el debate sobre la compensación justa en la era de la transformación digital sigue siendo un tema crítico, especialmente en una industria que, a pesar de su popularidad global, aún enfrenta grandes desafíos para asegurar condiciones laborales justas y sostenibles para sus trabajadores.