Cultura Otaku
En los últimos días, una opinión publicada en redes sociales sobre la naturaleza efímera de la cultura VTuber ha resonado fuertemente entre los usuarios, volviéndose tendencia y generando un intenso debate. La reflexión original planteaba lo siguiente:
- «La cultura VTuber, al principio, se promocionó como algo que “al ser virtual, podría continuar para siempre” (aunque personalmente siempre fui escéptico al respecto). Sin embargo, en realidad, las VTubers se retiran mucho más rápido que los talentos del mundo real, y cuando lo hacen, por lo general, sus registros pasados desaparecen para siempre. Eso es algo un poco triste, ¿no?».
Otro usuario complementó esta opinión añadiendo:
- «Parece que Kizuna AI apuntaba a la idea de que ‘aunque la persona detrás cambie, la existencia del avatar sería eterna’, pero no hubo muchos seguidores capaces de aceptar esa fantasía colectiva. Al final, todo se redujo a simples talentos enmascarados. Aunque, por esa razón, se difundió bastante».
La cultura VTuber, que en sus inicios prometía una revolución en la forma en que consumimos entretenimiento digital, ha mostrado con el tiempo una vulnerabilidad que pocos anticiparon. La idea inicial de que, al ser virtuales, estos personajes podrían existir eternamente, más allá de los límites físicos de sus creadores, ha resultado ser más una fantasía que una realidad.
A medida que las VTubers han ganado popularidad, se ha hecho evidente que su ciclo de vida es sorprendentemente corto. Mientras que un talento o idol del mundo real puede mantener una carrera durante décadas, las VTubers enfrentan una rápida obsolescencia. Cuando una VTuber se retira, no solo desaparece su presencia actual, sino que muchas veces todo su historial digital se borra, dejando un vacío que contrasta con la promesa de inmortalidad virtual.
La comunidad de internet no tardó en reaccionar a estas observaciones, expresando sus propios puntos de vista:
- «Es muy parecido a los juegos de móviles. Cuando terminan el servicio, los registros digitales desaparecen».
- «Hubo una Vtuber que intentó cambiar a la persona detrás para seguir eternamente, pero la crítica fue tan fuerte que tuvieron que revertir la decisión».
- «Por razones como esta, siento que, si me involucro demasiado, acabaré sintiéndome traicionado, así que prefiero tomarlo con moderación».
- «Creo que esa promoción, la mayoría de la gente no la creyó desde el principio… No sentía nada de eso en la época de los Cuatro Reyes».
- «El ritmo de consumo es más rápido que con los talentos o idols reales, ¿no?».
- «En última instancia, imaginaba que las VTubers podrían ser algo como Yuna en SAO, una existencia completamente independiente sin necesidad de la persona detrás, pero la realidad es que todavía es demasiado pronto para eso. Es algo decepcionante».
- «Es interesante que, aunque las VTubers al principio parecían estar apuntando a algo como Hatsune Miku, al final no lo lograron».
- «Esto es claro porque, en el caso del anime o los videojuegos, los ‘personajes’, ‘configuración’ e ‘historia’ ya están establecidos, por lo que, mientras la historia y la configuración no cambien, cualquiera que los interprete puede ser visto como el mismo personaje. Pero en el caso de las VTubers, la ‘historia’ del streamer es su actividad misma, lo que hace imposible separarla de la personalidad detrás».
- «Dicho de manera cruda, puede que sean más fáciles de descartar».
- «Cuando se lanzó un robot mascota, también se dijo que era una ‘mascota inmortal’, pero el servicio de mantenimiento terminó mucho antes que la vida útil de un perro o gato».
- «He oído decir que al ser virtual no habría escándalos».
- «Recuerdo que se decía que, a diferencia de las YouTubers reales, no había riesgo de controversias, pero ahora hay escándalos por todas partes. Me encanta».
- «Cuando algo se convierte en un negocio basado en la popularidad y la competencia se intensifica, surge la selección natural, y como el escenario principal es la transmisión en vivo, al final, solo queda retirarse y abandonar. Además, creo que hay muchas VTubers que se retiran rápidamente porque se sienten abrumadas por la diferencia entre su personaje y la realidad, y eso las lleva a enfermarse».
- «Para que esto funcione, era esencial que el avatar tuviera una historia y un contexto, pero incluso Kizuna AI falló en construir eso».
- «Es algo similar a preguntar: si todos los miembros de una banda cambian, ¿sigue siendo la misma banda?».
- «Bueno, si solo cambiar una voz en un anime ya causa controversia, es imposible que funcione cambiar la persona detrás y esperar que todo siga igual».
En última instancia, la evolución de las VTubers plantea preguntas sobre el futuro de los personajes digitales y nuestra relación con ellas. Mientras algunos imaginaban un futuro en el que los avatares virtuales podrían existir independientemente de cualquier ser humano, la realidad ha mostrado que todavía estamos lejos de alcanzar esa visión. La cultura VTuber, en su forma actual, refleja tanto las posibilidades como las limitaciones de lo virtual, recordándonos que, incluso en un mundo digital, las conexiones humanas siguen siendo esenciales.
Fuente: Otakomu