Cultura Otaku
El shoujo es una demografía del manga y el anime que se dirige hacia chicas jóvenes de entre 12 y 18 años (esto es solo una recomendación, pues cualquier persona podría ponerse a leer shoujo en cualquier momento). Sin embargo, la demografía no solo significa que está dirigida hacia un sector de la población, sino que sus historias tiene un sello distintivo entre elementos e identidad (no es lo mismo leer un romcom shonen que un romcom shoujo).
Sin embargo, pareciera que cada vez hay menos adaptaciones de mangas shoujo al anime. Aunque la demografía sigue siendo popular en formatos de manga y live-action, los estudios de anime han sido muy selectivos a la hora de seleccionar las franquicias que convertirán al anime. De entre decenas de estrenos que hay cada temporada, solo uno o dos nuevos animes son de demografía shoujo, lo que ha llevado a los fanáticos a pensar que esta demografíaestá en decadencia.
El mejor momento para la demografía shoujo fue entre los años 2000 y 2010. Muchas historias de romance de instituto y del primer enamoramiento desde la perspectiva de una protagonista femenina supieron ganarse el corazón de los espectadores. Desde “Kimi ni Todoke” hasta “Suki tte Ii na yo. (Say “I Love You.”)“, ambas series se centran en una protagonista femenina tranquila que quiere conectar con sus compañeros, pero su naturaleza introvertida es un obstáculo. Reciben la ayuda del chico más popular del instituto y el resto ya lo saben.
La popularidad del shoujo también vino del auge de los harem inversos. “Ouran High School Host Club” es el ejemplo más emblemático de esta tendencia, siguiendo la historia de Haruhi Fujioka, ua chica que se une al club de hosts de un intituto para pagar un jarrón antiguo que rompió por accidente. Aunque el gender-bending o el crossdressing ya se había visto antes, “Ouran High School Host Club” ejecutó esta temática de forma inteligente y humorística, dejando una impresión en el público que aún hoy perdura. Se dice incluso que esta franquicia llevó a que muchas mujeres conocieran por primera vez géneros como el Boys’ Love (BL) y el Yaoi, incrementando, sin quererlo, la popularidad de ambos.
Pero definitivamente el shoujo entró en una época de decadencia. La demografía no pudo actualizarse adecuadamente, presentando las mismas historias una y otra vez. Los argumentos románticos del shoujo se volvieron repetitivos hasta el cansancio: dos personas se conocen, se enamoran, se confiesan y finalmente se convierten en pareja. Esto es completamente diferente al romance shonen, que supo sobrevivir gracias a que incorporó otros subgéneros para cautivar al público.
Con estas combinaciones, las comedias románticas pudieron sobrevivir dentro de la demografía shonen, por lo que los estudios empezaron a producir más adaptaciones al anime para esta demografía por el simple hecho de que hay más oportunidades de éxito. Los estudios buscan principalmente conseguir ganancias, y seguramente no producirán una adaptación de un manga si no tiene una base sólida de fanáticos.
Además, no podemos ignorar el hecho de que las propias mujeres ya no piensan igual que hace veinte años. Los protagonistas masculinos de las series shoujo son asertivos y extrovertidos, y adoptan el rol del “príncipe azul que salva a la protagonista femenina”. Hoy en día se habla del empoderamiento de las mujeres, por lo que ellas quieren deshacerse de los estereotipos de género tradicionales, y el shoujo no supo adaptarse a estos cambios a tiempo.
O eso es lo que muchos pensaban. Ciertamente, el shoujo se ha adaptado a las nuevas perspectivas e intereses de las jóvenes modernas. Cada vez hay más series protagonizadas por mujeres valientes y motivadas por su propio éxito. “Akagami no Shirayuki-hime (Snow White with the Red Hair)” y “Akatsuki no Yona (Yona of the Dawn)” son dos ejemplos claros de protagonistas femeninas independientes y fuertes, que permiten que las jóvenes modernas se identifiquen con ellas.
El auge del isekai también terminó llegando a la demografía shoujo como un meteorito. Los estudios empezaron a adaptar muchas novelas ligeras de esta temática, especialmente en donde una joven se reencarna en otro mundo y debe aprender a sobrevivir y crearse una nueva vida. Esta combinación de shoujo e isekai llevó a crear un nuevo subgénero: el de las villanas reencarnadas. ¿Te parecía una coincidencia que vemos estas adaptaciones una tras otra cada temporada?
Entonces, si piensas que la demografía shoujo está en decadencia, en realidad estás estancado en los años 2000. Hoy en día, el shoujo ya no se centra solo en el romance serio, sino que ha evolucionado para adoptar una nueva perspectiva de la fórmula de historia de amor romántica. No se trata de que el shoujo esté en una época oscura, sino que más bien ha evolucionado para adaptarse a los tiempos recientes. De hecho, te sorprendería saber cuántas series populares de años recientes son, de hecho, de demografía shoujo.
Fuente: CBR