¿Por qué algunos otakus aman las tsundere?

En el vibrante mundo de la cultura otaku, un reciente debate en un foro de comentarios arrojó luz sobre la atracción que algunos aficionados sienten hacia los personajes tsundere en el anime. Este arquetipo, caracterizado por una inicial frialdad que se transforma en calidez con el tiempo, ha generado un interés significativo y variadas opiniones entre la comunidad otaku.

Los personajes tsundere son conocidos por su complejidad emocional, presentando una fachada inicialmente distante y fría que se desvanece para revelar un lado más afectuoso y cálido a medida que avanza la historia. Este arquetipo ha dejado una marca indeleble en el mundo del anime. Figuras como Asuka Langley Soryu de “Neon Genesis Evangelion“, Taiga Aisaka de “Toradora!” y Rin Tohsaka de “Fate/stay night” encarnan el arquetipo tsundere, contribuyendo a su popularidad y atractivo duradero.

En el foro, un participante desafió la noción común de que quienes se sienten atraídos por los personajes tsundere tienen inclinaciones masoquistas. Argumentó que la conexión con estos personajes radica en la lucha compartida para expresar sentimientos románticos. La reticencia a admitir el afecto y actuar de manera distante hacia aquellos que les gustan refleja experiencias personales compartidas por muchos en la vida real.

El participante también destacó el atractivo de presenciar la transformación del personaje tsundere de una actitud inicialmente fría a un estado más cálido y afectuoso. Esta evolución emocional genera un interés continuo y una conexión más profunda con el público. ¿Qué opinó el resto?

«Una tsundere sonrojada me da mil años de vida, no necesito otra razón para gustar de ellas».
«Definitivamente el desarrollo. Verlas ir de ser malas o emocionales hacia finalmente abrirse y sonrojarse hasta ser lindas es hermoso».
«Las tsunderes aparecen sobre todo en las novelas ligeras de hoy en día… y algo común en las novelas ligeras es tener un protagonista que sea básicamente una versión que los lectores quisieran ser en la vida real. Así que, en el contexto de la realización de deseos, creo que el atractivo de la tsundere es una combinación de esfuerzo y, en menor medida (posiblemente más insultante), de acariciar el ego».
«Como en la mayoría de las novelas ligeras con intereses amorosos tsundere se supone que el protagonista es como tú, todo lo que le ocurre al protagonista está pensado para reflejarte. Hablar con el sexo opuesto y entablar relaciones estables no es fácil. El amor y la gente son cosas confusas y difíciles. Así que el hecho de que la personalidad y las habilidades de lucha del protagonista (también conocido como tú) hayan conquistado a la chica guapa que te odiaba por completo es como el triunfo definitivo y la encarnación del esfuerzo».
«Hay una tendencia a que la tsundere se enamore de ti muy rápidamente (como en The Asketisk War, Chivalry of a Failed Knight, Bakemonogatari, etc., etc.). Así que no sólo le diste la vuelta a la tortilla y conseguiste que la chica se enamorara de ti, sino que lo hiciste sin apenas esfuerzo. Y “poco o ningún esfuerzo” es básicamente el mantra de cualquier comedia romántica. También se refleja en tu personalidad que eres tan encantador, genial, fuerte. Así que es una especie de caricia al ego».
«Baka! ¿Por qué debería darte mis razones?».
«Son simples masoquistas aquellos a los que les gustan las tsundere».
«En mi opinión, el atractivo de las chicas tsundere es bastante obvio. Son lindas. A menos que se lleve al extremo (Louise al principio de Zero no Tsukaima es un ejemplo, en mi opinión), es muy satisfactorio ver a una chica sonrojarse y negar totalmente sus sentimientos por alguien. El mayor atractivo para mí es cuando se abren. Les cuesta mostrar el tipo adecuado de emociones, y tienen miedo. Muchas de los tsunderes son “primerizas” en estos sentimientos y no tienen ni idea de cómo afrontarlos. Estas personas también existen en la vida real. Cuando por fin se abren, cuando superan esa cuesta y lanzan sus emociones a alguien, se produce una escena increíble».
«Aún recuerdo con claridad mi escena favorita con una tsundere. Fue en Kokoro Connect (el último episodio). Recuerdo que se me saltaron las lágrimas porque el momento en el que la chica (no diré quién por si hay spoilers) por fin se abría era increíble y se convertía en una escena muy emotiva».
«“La teoría de la ganancia-pérdida de atracción afirma que una impresión posterior mejor comparada con una impresión anterior negativa hará que se valore más a una persona que una retroalimentación positiva constante. Hace poco me enteré de que se conoce coloquialmente como “tsundere””».
«No me gustan la mayoría de las veces. Se les suele retratar como cretinas imbéciles».
«Actualmente son un personaje cliché y aburrido, parece que ya dieron todo lo que tenían que dar como tipo de personaje».
«Si te refieres a un personaje de anime que es tsundere, supongo que es porque el espectador realmente quiere ver su lado blando, sobre todo porque es difícil creer que incluso TIENEN un lado blando, ¿sabes? Hay algo muy atractivo en que una persona muy fría se vuelva más emocional. En la vida real, sin embargo, no sé si es lo mismo. Probablemente a algunas personas les repugnan más las tsunderes en la vida real, pero es sólo mi opinión».
«Odio cuando se salen con la suya golpeando al protagonista y actuando de forma realmente terrible, pero se salen con la suya diciendo “ah, se está haciendo la dura”. Asegúrate de que tienen sus propios intereses y aspiraciones más allá de ser cretinas».
«El problema para mí, como ocurre con muchas cosas, está en el exceso: Cuando hay tanto tsun que toda la relación se vuelve abusiva. Exceso de violencia física y psicológica contra el objeto de afecto, largas diatribas de odio y/o asco, arrebatos infundados y muy poco razonables debidos a cosas aparentemente inocuas que el objeto de afecto dice o hace… siempre. Llega un punto en el que ya no puede llegar a ser simpático o entrañable, porque por muy dulce que se vuelva la tsundere en ocasiones, yo seguiría queriendo que la persona objeto de interés hiciera las maletas, se pusiera en contacto con las autoridades pertinentes y saliera corriendo».
«Una tsundere puede ser entrañable cuando se hace bien, con un personaje frío y un poco insensible que tiene una personalidad en capas más allá de su aparente caparazón exterior hostil. Pero no hace falta ser un sádico maltratador de mujeres con una debilidad erótica por los gatitos para vender su doble naturaleza».