Japón
Un hombre de 54 años fue arrestado por usar una tarjeta B-CAS en una televisión, sabiendo que estaba ilegalmente alterada, para mirar canales de televisión de pago. Recordemos que la tarjeta B-CAS (BS Conditional Access Systems) es un sistema que otorga autorización al usuario para acceder a canales de pago en televisión y que se suministra al momento de la compra de un componente sintonizador. De hecho, fuera de Japón este sistema ya no se utiliza, sino que cada televisora tiene su propio sistema de protección.
En fin, el sospechoso, Manabu Komori, de 54 años, empleado de una empresa en la Ciudad de Kanazawa, fue detenido bajo sospecha de compartir registros electromagnéticos privados creados ilícitamente. Komori es sospechoso de haber introducido una tarjeta B-CAS, necesaria para ver programas en la televisión, en el televisor de su casa el pasado mes de septiembre, a sabiendas de que había sido manipulada, y de ver un canal de anime de pago.
El delito se descubrió el pasado octubre, después de que la policía recibiera una consulta sobre alguien que utilizaba una tarjeta B-CAS alterada. Tras la investigación, el sospechoso Komori admitió los cargos, diciendo que no había ningún error en la acusación. Se incautaron varias tarjetas y la policía está investigando en detalle si el sospechoso Komori las alteró él mismo y de dónde las obtuvo.
Sin embargo, el asunto no pasó desapercibido en los foros de comentarios en Japón:
- «Parece que es peligroso ponerse a ver anime a los 50 años».
- «Debe haber estado presumiendo de ello en el trabajo».
- «Hay un millón de sitios de anime gratis por ahí».
- «No es muy querido en el trabajo, por eso lo denuncian. Lo habrán odiado porque se desvivía por contarle a todo el mundo lo de las modificaciones y porque es de los que ven anime a su edad».
- «Pirateen o no, parece que nadie puede salirse con la suya. Las cadenas de televisión tienen demasiado poder».
- «Conficaron varias tarjetas de este tipo, así que seguramente las estaba vendiendo».
- «¡Un viejo viendo anime en la tercera edad!».
Fuente: Otakomu