Cultura Otaku
Tal como se comentó anteriormente respecto a cómo el COVID-19 ha afectado al proceso de grabación de voz y a los fanáticos del anime en Japón, es momento de explorar como el virus, el estado de emergencia, y las nuevas restricciones están afectando a las producciones de anime mientras Japón lentamente comienza a reactivar su economía en la última etapa del plan.
Animación y el coronavirus
La declaración del estado de emergencia en Japón detuvo las bases de la industria de la animación, con los estudios cerrados, las reuniones trasladadas a plataformas en línea, y los trabajadores adaptándose a las medidas de trabajo desde casa. Muchos animadores, así como personas involucradas en la producción, confirmaron que la mayoría de los estudios de animación estuvieron trabajando de forma remota, incluso en junio. Sin embargo, para los estudios de animación 3DCG y todos aquello que deben realizar procesos de post-producción, la transición fue muy difícil.
Estudios como Kyoto Animation emitieron un comunicado informando su cierre temporal al igual que los estudios Polygon Pictures, quienes confirmaron sus políticas de trabajo desde casa. Los empleados y contratistas de los estudios MAPPA, el estudio detrás de la última temporada de Shingeki no Kyojin y The God of High School, también están trabajando de forma remota y, por el momento, llevan al día sus proyecto programados.
Akira Shimizu, el presidente de los estudios CloverWorks (Yakusoku no Neverland, Fugou Keiji Balance: Unlimited) comentó al respecto de cómo el estudio tuvo que lidiar con las políticas de trabajo remoto. Cada estudio de animación tuvo que establecer su propia forma de trabajo, y aunque hubo muchas cosas que tuvieron en común, Shimizu destacó el procedimiento que utilizaron los estudios CloverWorks.
“La forma en que tratamos los departamentos de coloreado, fotografía y arte fue enviar una computadora a algunos de nuestros empleados para su uso en casa. Algunos otros utilizaron las computadoras que ya tenían“, comentó Shimizu. Añadió que computadoras portátiles y smartphones fueron entregados a los gerentes de producción para que pudieran realizar su trabajo de forma remota.
Sin embargo, esto no fue una opción para los animadores al servicio de los estudios CloverWorks que aún trabajan sobre el papel, haciendo la transición mucho más difícil. Shimizu comentó, “incluso en el ambiente actual, algunas actividades solo pueden hacerse desde la oficina, tales como fotocopias, impresión, organizar entregas, recopilación de datos y utilizar el servidor de nuestra compañía“.
De acuerdo con Shimizu, el plan original durante el estado de emergencia en Japón fue solo tener el 30 por ciento del personal activo en las oficinas. Shimizu añadió que fueron “en su mayoría exitosos con esa cantidad” y, a partir de junio, fueron capaces de “operar permanentemente con un 50-60 por ciento del total de empleados en oficinas”.
Shimizu añadió también que los estudios CloverWorks tratan de realizar las reuniones en línea tanto como sea posible, utilizando sistemas de turnos personalizados e implementando el distanciamiento social dentro de los departamentos, así como solicitando a los empleados que no se aglomeren durante el inicio del turno al entrar a las instalaciones.
Henry Thurlow, afiliado a D’ART Shtajio y que ha trabajado en series como One Piece, Overlord, y muchas otras, comentó al respecto sobre las condiciones que tuvo que enfrentar. Thurlow mencionó que mientras aún iba a trabajar al estudio la mayoría de los días, “la mayoría de los trabajadores del estudio trabajaban desde casa”.
Para los proyectos trabajados de forma remota, Thurlow mencionó que la mayoría de las reuniones entre el personal se realizan en línea y hay algunos pasos más para garantizar que todos tengan los archivos correctos con los que trabajar, lo que al final termina retrasando los tiempos destinados de producción.
Para series como One Piece, Thurlow explicó que, como subcontratista, “los horarios de producción que habíamos programado y con los que veníamos trabajando perdieron todo su sentido“.
Uno podría pensar que los retrasos darían más tiempo para trabajar en una serie de anime para darle “toques adicionales”, pero la realidad está muy lejos de eso. Tristemente, debido a la naturaleza de la propia industria del anime, los presupuestos asignados a una producción son fijos y solo se puede obtener más capital en el estudio para un determinado proyecto si el comité de producción cuenta con los medios para hacerlo. Esto significa que un estudio de animación necesitará encontrar los fondos para pagar el personal si quieren dar esos “toques adicionales” no contemplados en el programa.
Una investigación realizada por el sitio web japonés, Mantan Web a inicios de junio descubrió que, en promedio, el estado de emergencia provocó que las producciones tomaran el doble de tiempo regular para realizarse.
Shimizu compartió su propia opinión al respecto del tiempo que ahora se toma producir anime, “debido a la situación rápidamente cambiante por la pandemia de COVID-19, estábamos muy limitados respecto a la manera en que enfrentarnos a ella. Por lo tanto, tuvimos que compensar esta reducción en la eficiencia sacrificando el tiempo. Considerando la seguridad de nuestros empleados, esta fue lo único que pudimos implementar como empresa a corto plazo“.
El estado actual de la actuación de voz en el anime
A finales de abril, se observó cómo la actuación de voz había sido suspendida debido al estado de emergencia declarado y a las dificultades que se presentaron debido a que, en condiciones normales, las cabinas de grabación de audio rompen con todas las recomendaciones de salud respecto a la prevención de la propagación del virus.
Hay informes de que la actuación de voz en Japón después de que el estado de emergencia fue retirado, se ha reanudado, aunque esto no significa que todo haya vuelto a la normalidad. El principal cambio es que ahora los actores de voz no pueden grabar de forma simultánea lo que, nuevamente, está alentando los procesos.
Las sesiones de grabación virtuales fueron realizadas a través de Skype (o con otros programas según la compañía) en conjunto con el comité de producción, el equipo de producción y el director dando instrucciones a los actores, con solo el ingeniero de audio presente de forma física en el estudio de grabación con el actor.
Los micrófonos se instalaron en las cabinas de grabación tal como solían ser, pero ahora incluyen paneles plásticos que separan al actor del mismo. El comité hace comentarios a través de Skype durante las grabaciones, los cuales son canalizados al equipo de producción y al personal en las instalaciones.
A diferencia de las sesiones de grabación episodio por episodio, ahora múltiples episodios son grabados en una sola sesión, con el actor de voz grabando tantas líneas como sea posible en su horario de trabajo. Una vez su espacio ha terminado, el estudio es limpiado y es el momento de que un nuevo actor de voz comience su jornada.
Sally Amaki (Sakura Fujima en 22/7) grabó un video detallando su experiencia como actriz de voz bajo estas nuevas directivas, dando un tour por las instalaciones de un estudio de grabación en Tokio.
La producción y el proceso de planeación
Otro gran obstáculo que enfrenta la industria del anime es la cantidad de anime producido que no tiene ningún lugar a donde ir ahora.
Un productor mencionó que ahora se ha convertido en una guerra conseguir un espacio en televisión para transmitir un programa. Teniendo entre 80 y 100 series produciéndose en este momento, los espacios en televisión se han limitado y cada vez es más difícil conseguir uno. Si el usuario piensa que deberían trasladarse a plataformas de streaming, sería bueno que recuerde que emitir en televisión sigue siendo una de las vías primarias en que el anime se da a conocer en Japón.
De acuerdo con el mismo productor, hay cerca de 50 espacios en televisión de 30 minutos por temporada, y actualmente se está dando prioridad a los proyectos que están casi terminados o terminados.
Un productor confirmó que la serie Tower of God se había completado con bastante anticipación previo a su fecha de estreno, debido en parte al proceso de autorización de las juntas de clasificación de China, que obligó a muchas producciones a acelerar sus procesos antes de que el país bloqueara las transmisiones. A esto se sumó la prisa por vencer la declaración del estado de emergencia en Japón, tiempo en el que muchas series como Hatena Illusion, no pudieron terminar a tiempo.
Al decir eso, el efecto dominó de las series que comenzaron a retrasar sus estrenos comenzó y duró por bastante tiempo. Algunas series que estaban programadas para estrenarse en abril tuvieron que ser pospuestas hasta octubre (o más después) con más demoras, incluyendo a series que ya tenían una fecha definida.
Esto ha provocado que algunos comités de producción, especialmente para series que ya se anunciaron de forma oficial pero que aún no tienen una fecha de estreno definida, duden incluso en dar una fecha de estreno debido a lo impredecible que es la situación actual.
El futuro del anime después de la pandemia
Todavía hay algunos sectores en la producción de los animes que en gran medida no han cambiado, algunos aspectos continúan siento tan análogos como lo eran en los años 90, pero el COVID-19 ha hecho que gran parte de la industria fuera forzada a actualizar sus procesos de producción. Shimizu comentó que espera que los estudios CloverWorks puedan “eliminar el trabajo en papel en el futuro tanto como sea posible”, lo que podría permitir que “el trabajo intermedio realizado por la gerencia de producción también se pueda realizar de forma digital”.
Dado que muchas animaciones son realizadas por animadores freelancer, con diversas situaciones de vida, Shimizu mencionó que el estudio está analizando ofrecer su trabajo desde las opciones del hogar. “Nos gustaría apoyar la creación de un ambiente en el que no solo los empleados fijos sino también los animadores freelancer puedan trabajar activamente desde una computadora“, comentó. Añadió que el estudio espera “crear un ambiente en el que el trabajo pueda ser realizado eficientemente desde cualquier parte”. Sin embargo, por ahora Shimizu mencionó que el estudio está buscando continuar haciendo reformas esenciales, incluyendo el desarrollo de la infraestructura dentro de la compañía para hacer esto posible, incorporando elementos que CloverWorks ha notado que funcionaron durante el estado de emergencia.
Por su parte, para Thurlow y D’ART Shtajio, superar el COVID-19 será difícil debido a los proyectos cancelados o pospuestos. Thurlow se preocupó por un tiempo debido a que por un tiempo incluso no podía ser posible pagar el alquiler de las instalaciones. “Las cosas han vuelto a la normalidad“, mencionó, pero también preguntó abiertamente, “¿hay alguien allí, sea cliente o compañía, dispuesto a pagar por adelantado para ayudar a mitigar algunos de los daños causados por el trabajo perdido? No lo creo.“.
Fuente: Crunchyroll