Manga
Sui Ishida, el autor del manga Tokyo Ghoul y de su secuela Tokyo Ghoul:re, trabajó en estas dos series por un periodo de siete años, mismos que dieron lugar a una de las series de manga más recomendadas por los fanáticos. No obstante, durante este periodo, Ishida experimentó algunos problemas de salud graves que detalló en el epílogo de Tokyo Ghoul:re. En ese escrito, existen muchas similitudes entre el autor y el protagonista de su obra, Ken Kaneki, que reflejan el sentido de responsabilidad del autor y la dureza de la industria del manga.
Sus inicios
Ishida tuvo una infancia tranquila. Cuando era joven, se mudó con mucha frecuencia y estaba prácticamente solo la mayor parte del tiempo. En sus veinte, después de un extenso periodo de estudios, decidió viajar a Tokio para probarse en la industria del manga. Su epílogo describe su decisión como un capricho (provocado por una pelea con sus padres), pero ciertamente la consideró como la correcta. Obviamente, partes de la vida y personalidad de Ishida influyeron directamente en la del protagonista de su obra, Kaneki, ya que la vida que en ese entonces había sido bastante tranquila daría un cambio drástico.
Si bien Ishida estaba encantado viviendo su sueño de ser un mangaka, eso no duró mucho. Debido a los plazos y la presión de una serialización de un manga tan popular como Tokyo Ghoul, Ishida dejó de disfrutar el proceso de escritura y perdió su alegría en el proceso. Lamentablemente, esta es una historia bastante común en la industria del manga. Sin embargo, lo interesante de Ishida como autor es que su motivación no solo provenía de los estrictos plazos, sino también de su deseo de empatizar con el protagonista.
La transformación de Kaneki de su personalidad inocente a su estado post-tortura es uno de los arcos más emocionantes de la serie. No es exagerado decir que la personalidad vacía del nuevo Kaneki era, en parte, un reflejo del estado actual de Ishida en ese momento. De hecho, es interesante pensar que la actitud mansa y pasiva de Kaneki era la misma que Ishida podría haber tenido antes de sus problemas de sobre-esfuerzo y el desarrollo del personaje hubiera reflejado los propios cambios del autor como persona.
Un ghoul en el mundo real
El esfuerzo excesivo provocó en Ishida algunos problemas de salud graves. Lo más sorpredente de esto, explica el propio autor, fue perder el sentido del gusto, algo que el Kaneki traumatizado experimentó después de convertirse en un ghoul. Ishida escribió en su epílogo:
“He desarrollado complicaciones en mi cuerpo. Tenía miedo al principio. Pero después de que más síntomas se hicieran presentes en mi cuerpo cada pocos meses, me resigné a aceptar que éste era el tipo de cuerpo que tenía. Lo más sorprendente para mí fue haber perdido el sentido del gusto. No importaba lo que comiera, todo me sabía igual. Incluso aunque los síntomas fueran diferentes, de verdad sentí que me había convertido en un ghoul”.
Debido a que temía que no fuera capaz de dibujar de nuevo, Ishida evitó tomarse descansos o periodos de pausa entre publicaciones, lo que es un triste recordatorio de lo dura que puede ser la industria del manga. Ishida finalizó Tokyo Ghoul:re, y mientras su final fue comprensiblemente apresurado, no deja de ser una conclusión satisfactoria. A partir de su epílogo, escrito justo después del final del manga, Ishida se describió a si mismo como “liberado”, de nuevo, similar a Kaneki al final de la historia.
El legado de Tokyo Ghoul
La dedicación de Ishida para adentrarse en la personalidad de su personaje y las similitudes que comparte, son algunas de las principales razones por las que Tokyo Ghoul es uno de los mangas más recomendados. Aún así, el proceso de crearlo fue bastante peligroso para la salud de Ishida y trabajar hasta tal punto no es recomendable. No está claro si retomará la serie Tokyo Ghoul en algún futuro, ya que se alejó de la industria una vez finalizó la serie. Actualmente, está trabajando en un juego para Nintendo Switch titulado Jack-Jeanne. No obstante, está claro que al menos una parte de las experiencias de Ishida trabajando con Tokyo Ghoul se impregnó en la personalidad de Ken Kaneki, superando los límites entre el arte y la realidad, o tal vez demostrando que el arte imita la vida.
Fuente: CBR
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